viernes, 21 de marzo de 2014

¿Qué es colecho?

1.  ¿Qué significa colecho?

El término colecho incluye diferentes lugares donde el bebé puede dormir, pero siempre muy cerca de su madre: juntos en la misma cama (con o sin el padre al otro lado de la madre o situando el bebé en medio), en otra superficie aparte como sería en una cuna adosada, o incluso en una cuna aparte en la misma habitación. En este último caso, no obstante, el colecho es más complicado porque para que el bebé pueda acceder, por ejemplo, al pecho de la madre, es necesario sacarle de su cubículo y se pierden algunas ventajas del hecho de dormir junto a la madre.



2.  ¿El colecho es sólo de las madres?

Es básicamente de los niños. Durante miles de generaciones, desde hace centenares de miles de años e incluso antes de la aparición del hombre, los bebés, niños y demás componentes de una unidad familiar dormían juntos. Es solo desde hace unos pocos años que se separa a los bebés y niños de sus padres. Los bebés y niños o niñas están diseñados para madurar pasando el máximo número de horas posibles cerca de su madre o, en su defecto, de otro cuidador primario, que puede ser el padre u otra persona de confianza. 

3. ¿Dónde es más aconsejable el colecho?

No se aconseja dormir con un bebé o niño/a en una superficie muy blanda o en un sofá. A parte de eso, cualquier sitio donde sea seguro que duerma un adulto será un lugar seguro para su prole, siempre que se sigan unas normas de seguridad. Es preferible evitar cintas o cuerdas, así como una temperatura alta, o mantas y edredones donde se pueda esconder el bebé y le cueste salir.



4.  Si uno de los progenitores no acepta el colecho, ¿qué hago?

Hay muchas circunstancias de la crianza de los hijos que pueden no ser compartidas. Es importante que cada uno exponga sus necesidades, miedos y temores para resolverlos en familia. A menudo son temores infundados, como el temor de aplastarlos o de que se conviertan demasiado dependientes, algo que la experiencia ha demostrado que no es así, sino todo lo contrario. La mayoría de veces es el padre el que no se siente tan conectado con el bebé y lo ve mal, mientras que la madre no solo lo ve como algo fluido y natural, sino que le ahorra muchos despertares, con lo que consigue una calidad y cantidad mucho mayor de sueño eficaz.



5.  ¿Hay una edad límite para el colecho? Sí la hay, ¿hasta cuándo? ¿quién decide?

No la hay. Como he comentado, nuestra especie ha sobrevivido gracias a dormir todos juntos. De todos modos, cada familia toma la decisión que le parece más apropiada según la madurez evolutiva de su prole. A veces las criaturas quieren ir a otro lugar a los dos años, pero otros no desean dormir solos hasta los 10, especialmente cuando ven que sus padres están juntos y ellos tienen que dormir solos. Si son varios hermanos, poner fin al colecho suele ser más fácil, al igual que si se van a dormir con una abuela.



6.  ¿Dormir con tu hijo significa mal acostumbrarlo o mal criarlo?

Justo todo lo contrario. Dormir con tu descendencia es a lo que nuestros cuerpos están acostumbrados, lo que nuestros genes y nuestro instinto esperan. Especialmente los bebés necesitan el contacto frecuente con la madre para aprender a respirar, a gestionar las distintas fases del sueño, a regular su temperatura corporal y a alimentarse. Los niños pequeños necesitan sentirse acompañados durante sus despertares para que su sueño sea eficaz. En otro caso, su actividad neuronal se muestra caótica, como los estudios han demostrado. Los niños más grandes siempre tienen dificultades que superar en la escuela o con los compañeros, así que sentirse junto a las personas que más les quieren en este mundo cuando están durmiendo es siempre positivo.



7.  ¿Cuáles son los beneficios del colecho para padres e hijos?

Como en la lactancia materna o llevar en brazos a los niños, no me gusta hablar de los beneficios de algo para lo que nuestra especie ha ido adaptándose y acostumbrándose durante cientos de miles de años, sino más bien prefiero hablar de los inconvenientes de no hacerlo. En ausencia de los progenitores, los bebés en especial tienen que invertir mucha más energía en algo que la madre tendría que proporcionarles, con lo que su crecimiento y desarrollo no será el óptimo. Por ejemplo, la lactancia materna es mucho más fácil con el colecho, con lo que el riesgo de muerte súbita se reduce muchísimo. Para niños pequeños que están descubriendo el mundo, la seguridad de tener a sus progenitores cerca durante la noche, cuando durante el día habrán estado trabajando, es muy reconfortante y permite una independencia basada en la confianza y seguridad. Si al despertar durante la noche, como es habitual en niños pequeños, encuentran a su madre o a su padre al lado, en general, se sentirán seguros, no dependerán de la reacción de otros y se volverán a dormir tranquilos. Sin embargo, si los padres no están al despertar, tendrán que depender de si responden o no a sus gritos o si le ayudan a consolarse, minando con ello su independencia.  En niños mayores, los momentos antes de dormir son ideales para comentar si ha habido algún incidente especial durante el día. Claro que se puede comentar antes o después del cuento, pero no es lo mismo que la intimidad del duermevela.



8. En televisión, hemos podido escuchar que, no se debe dormir con el bebé porque es peligroso. ¿Qué opina?

Si fuera peligroso no habríamos llegado hasta aquí. Claro que ahora vivimos en casas y no en cuevas. Casas que se incendian, donde entran ladrones en plena noche mientras dormimos, y noches donde los bebés pueden morir ahogados por sus vómitos. Los peligros son diferentes. Cualquier sociedad que no haya tenido tanta influencia de "expertos" creerá que es una barbaridad y una insensatez que dejemos a nuestros bebés y niños pequeños, inmaduros, desprotegidos y vulnerables en un lugar sin vigilancia de un adulto responsable. Hace unos años se emitió un comunicado similar que se retiró posteriormente porque se descubrió que estaba influenciado por fabricantes de muebles infantiles. Es ilógico que se recomiende justo todo lo contrario de lo que el cuerpo del bebé y de su madre esperan. 

9. ¿Hay algún caso en que es desaconsejable el colecho?

Hay que distinguir cómo se practica el colecho. Se desaconseja dormir en la misma cama cuando se consumen drogas, alcohol o medicamentos que alteren la percepción de la madre, y cuando la madre es fumadora o muy obesa. También se tiene que tener especial atención a que el lugar sea seguro (http://www.crianzanatural.com/art/art24.html)

10. ¿Cómo mantener la relación con la pareja si la cama está "ocupada"?

Como muchas parejas que duermen con dos o tres de sus hijos han demostrado, el hecho de que ellos duerman en la cama familiar no impide tener unas relaciones íntimas satisfactorias. Únicamente que hay que buscar lugares diferentes que le dan un poco de novedad al tema. El problema de mantener la llama de la pareja no es el colecho, sino el cansancio, y justamente el colecho hace que el sueño sea mucho más eficiente que dormir en habitaciones separadas.



11. ¿Algún consejo para aquellos padres qué tras leer esta entrevista estén dudando entre, colecho sí, colecho no?


Que no lean ni escuchen a nadie, solo a su corazón. Y que recuerden cuando eran pequeños si les permitieron dormir con sus padres o su abuela, y si fue así, ¿cómo se sentían? ¿Qué quieren para sus hijos?

De todos modos, si desean más información, uno de los mayores expertos mundiales sobre colecho, el antropólogo James McKenna escribió el único libro sobre el tema que publicamos hace unos años: http://www.crianzanatural.com/prod/prod481.html

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